viernes, 19 de octubre de 2012

RECORTES


No me gustan los recortes. Cuando éramos pequeños nos decían en el colegio que, si un alumno llevaba ventaja en los estudios, ayudase a sus compañeros, y nos hablaban de paz y de solidaridad.
Ahora, con los recores, sobre todo en la sanidad y en la educación pública, ¿qué pasa?. Cuando algún inmigrante o algún ciudadano español mayor de 26 años no tenga trabajo, se ponga enfermo y no le atiendan, ¿le van a tirar a una cuneta?.
Los recortes en la educación pública son los que más me están molestando porque son los que más cerca tengo. Estos señores que gobiernan y los que les gobiernan a ellos desde Europa no deben de querer que los hijos de los trabajadores estudiemos para que así seamos las "chachas" de sus casas y los camareros que les digan a todo: ¡sí, señor!. Han suprimido de los colegios e institutos los profesores de apoyo para los alumnos que van peor y, además, los han echado al paro cuando algunos de ellos son muy buenos profesores. Han aumentado el número de alumnos por clase, no para "socializarnos", como dice el ministro de educación, sino para tenernos apretujados en las clases, y entretenidos con el jaleo, aunque siguen dando dinero a los colegios privados y quitando el dinero a todos los trabajadores para pagar a sus amigos.
Me gustaría que los políticos de mi país nos demostrasen, con el ejemplo, que de verdad quieren arreglar la crisis y que llevasen a la cárcel a los banqueros que han usado el dinero de otras personas para hacer negocios sucios; que a los alcaldes que han permitido destruir el medioambiente construyendo casas sin control, edificios que no sirven para nada y aeropuertos sin aviones, les castigasen devolviendo de su bolsillo lo que se han llevado, y que a los jueces que son justos les dejasen hacer bien su trabajo. Y entonces nos podrían hablar de paz y de solidaridad.