viernes, 16 de noviembre de 2012

Racismo, ¿sí o no?

Yo digo ¡no! al racismo.
Ya, entre 1792 y 1799, en la época de la Primera Revolución Francesa, se elaboró una constitución que reconocía el derecho a la igualdad entre las personas. También, en el artículo 14 de la vigente Constitución Española de 1978, se dice que no se discriminará a ningún ser humano por su raza, religión, sexo o edad.
Hay personas que se les debe de olvidar que existen los derechos fundamentales, porque no aceptan a otros seres de diferentes nacionalidades (inmigrantes, sobre todo de raza negra y magrebíes) por ejemplo, en un trabajo, aunque estén bien preparados, o, si los aceptan, les pagan menos dinero por el mismo trabajo, lo que significa un trato desigual, marginándolos así de la sociedad. La ONU, en 1948, ya redactó la Declaración Universal de Derechos Humanos.
En el siglo XVIII se traficaba con esclavos de raza negra, que eran vendidos y usados como otra mercancía más. Y hay que saber que el color de la piel de alguien no es motivo para ser considerado como peor persona; es más, el presidente de uno de los países más importantes del mundo, los Estados Unidos de América, es de raza negra y yo no creo que haya nadie al que se le ocurra discriminarle por su color; todo lo contrario, y creo que se le respeta y admira. 
Yo he visto con mis propios ojos, en el autobús o en otros lugares, como un ciudadano español ve una persona marroquí o negra y se aparta de él como si fuera basura y, a mí, eso, no me gusta. Si queremos que los demás nos traten con respeto también debemos respetar las diferencias, y, ser diferente, también es bueno porque es una forma de conocer otras costumbres y otras formas de pensar que nos enriquecen.

viernes, 19 de octubre de 2012

RECORTES


No me gustan los recortes. Cuando éramos pequeños nos decían en el colegio que, si un alumno llevaba ventaja en los estudios, ayudase a sus compañeros, y nos hablaban de paz y de solidaridad.
Ahora, con los recores, sobre todo en la sanidad y en la educación pública, ¿qué pasa?. Cuando algún inmigrante o algún ciudadano español mayor de 26 años no tenga trabajo, se ponga enfermo y no le atiendan, ¿le van a tirar a una cuneta?.
Los recortes en la educación pública son los que más me están molestando porque son los que más cerca tengo. Estos señores que gobiernan y los que les gobiernan a ellos desde Europa no deben de querer que los hijos de los trabajadores estudiemos para que así seamos las "chachas" de sus casas y los camareros que les digan a todo: ¡sí, señor!. Han suprimido de los colegios e institutos los profesores de apoyo para los alumnos que van peor y, además, los han echado al paro cuando algunos de ellos son muy buenos profesores. Han aumentado el número de alumnos por clase, no para "socializarnos", como dice el ministro de educación, sino para tenernos apretujados en las clases, y entretenidos con el jaleo, aunque siguen dando dinero a los colegios privados y quitando el dinero a todos los trabajadores para pagar a sus amigos.
Me gustaría que los políticos de mi país nos demostrasen, con el ejemplo, que de verdad quieren arreglar la crisis y que llevasen a la cárcel a los banqueros que han usado el dinero de otras personas para hacer negocios sucios; que a los alcaldes que han permitido destruir el medioambiente construyendo casas sin control, edificios que no sirven para nada y aeropuertos sin aviones, les castigasen devolviendo de su bolsillo lo que se han llevado, y que a los jueces que son justos les dejasen hacer bien su trabajo. Y entonces nos podrían hablar de paz y de solidaridad.